viernes, 13 de marzo de 2015


Arco, flecha y blanco. 

Por: Aimée Ibarra Guzmán. 

“Una vida dedicada al tiro con arco vale la pena, sólo con conseguir el tiro perfecto.”

Carolina Vargas, destacada practicante del tiro con arco, me regaló la oportunidad de adentrarme en el mundo de una disciplina tan única y de la que muy poco conocemos. Gracias a esta plática pude saber muchísimas cosas de gran interés sobre un deporte tan peculiar.
Me contó que hay distintas categorías para asignar la distancia a la que los participantes deben tirar, se clasifican por edades y por sexo; un hombre mayor de 18 años realiza tiros de 30, 50, 70 y 90 metros, mientras que una mujer de la misma edad tira de 30, 50, 60 y 70 metros. Me interesé en saber cuál es el apoyo que los practicantes reciben y ella me dijo que es casi nulo ya que sólo les brindan una pequeña ayuda a aquellos que sobresalen en la olimpiada nacional, el material que les otorgan en ocasiones no es del que necesitan y ellos deben comprarlo por su cuenta: «no te apoyan en casi nada, solamente te dan tu uniforme y que Dios te bendiga» cuenta Carolina. Es una disciplina cara.
La olimpiada nacional es un evento de suma importancia y le pregunté a Caro qué exige la disciplina para que los participantes puedan llegar a tal nivel, ella me comentó que los requisitos de puntaje dependen también de la categoría: si eres «cadete» te piden 1,125 puntos y a partir de ahí aumentan 50 puntos con cada categoría.
Hablemos de México y el tiro con arco en el ámbito olímpico; el año 2012 marcó diferencia. Ella me contó que a partir de este año México se posiciona en los tres primeros lugares a nivel mundial: Corea en primer lugar, Estados Unidos en segundo y México en tercero, atribuye el predominio de los dos primeros países a que le brindan gran interés al deporte y por ello los practicantes reciben mucho apoyo.
Caro fue una de las seleccionadas para las olimpiadas nacionales y me contó sobre su experiencia, todo lo que se necesita para pasar a las últimas etapas y lo que llegaría a sacrificar por estar ahí: «yo hubiera renunciado a la escuela por seguir ese sueño».
Le pregunté sobre las modalidades de estilo con las que participan y ella dijo que en las olímpicas son recurvo y compuesto, este último sólo se utiliza en los juegos paralímpicos. Comentó que para ella el peso ideal de un arco es de 2 kilos, pero que tiene compañeros que poseen arcos hasta de 5, depende de cuánto le guste a cada quien cargar en su brazo.
Caro me platicó un poco sobre el panorama femenino en el tiro con arco, asegura que es muy fuerte y reñido por los puntajes, ya que hasta 2 puntos de diferencia la pueden llevar los últimos lugares en la competencia. No todo depende del deportista, hay factores ambientales que llegan a perjudicar el resultado del tiro, por lo tanto le pregunté cómo lidia con lo que no está en sus manos para hacer el mejor tiro: «Cuando empiezas no sabes ni qué hacer» dijo mientras soltó una pequeña risa, me platicó un poco sobre sus técnicas para sobrellevar distintas dificultades, por ejemplo, si hay viento debe apuntar a la paca que está a un lado, no a la suya y todo lo deja a la suerte.
El tiro con arco es un deporte y como tal implica un entrenamiento. Ella practica 60 horas a la semana y tira casi 1,000 flechas cada día. Además de una hora de ejercicio físico y dieta balanceada. Me platicó sobre uno de sus amigos que es seleccionado de la olimpiada nacional y él entrena las mismas horas, pero con una carga más pesada, de 2,000 a 2.500 flechas. Sin salir de la línea deportiva, también en esta disciplina el arquero puede sufrir lesiones leves o graves, me contó que puede ser hasta una contractura de hombro o ruptura de algún músculo.

«Cada flecha es una oportunidad». Caro se exige mucho en cada tiro y demuestra una gran pasión por su disciplina, fue un placer tener esta charla amena e interesante con una figura tan importante en este deporte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario